La Uncion
Procesión del Señor Sepultado del Templo de Santo Domingo Cristo del Amor por las naves de la Basílica Como todo Martes Santo, dentro de nuestra Hermandad ya es una tradición ese día, la Mística Unción de nuestra Venerada y Consagrada Imagen del Señor Sepultado después de la Sagrada Eucaristía. Pero desde el Martes Santo de 1997, hubo algo que hacia muchas décadas no se hacía llevar por las naves de nuestra Basílica, la Imagen del Cristo del Amor hasta depositarlo en su Capilla. Todo esto surgió como una iniciativa del Hermano Juan Gavarrete S. el primer domingo de cuaresma, durante la inscripción de los Hermanos para nuestro cortejo procesional.
En ese momento se platicó con algunos Hermanos, para ver que nos parecía la idea y posteriormente ese día fue presentado al seno de la Junta Directiva para su aprobación así como la autorización de la Comunidad Dominica la cual fue bien acogida por ellos. A partir de ese momento principiaron los preparativos de tan solemne procesión, a quiénes invitaríamos para dichos turnos, como se harían las invitaciones respectivas, ese mismo Primer Domingo de Cuaresma ya se tenía un listado de 70 nombres.
El lunes 17 de febrero se les comentó a los hermanos que conformaban la comisión del Año Jubilar, a quienes les gusto mucho la idea y también proporcionaron su grano de arena para poder llevar con gran éxito el proyecto, en ese momento salieron más nombres así como la idea de cómo hacer las invitaciones, y que creativamente fueron diseñadas en Concepto y Publicidad por los Hermanos Arturo Cardoza y Salvador Sarazúa y todo su equipo. Las preciosas invitaciones estaban formadas por una bella carpeta negra con el escudo del Año jubilar estampado en seco, llevando en su interior una carta de presentación e invitación, el Programa del Martes Santo, así como una pequeña nota donde se les solicitaba su confirmación a dicho acto y se les solicitaba una ofrenda por el turno.
Los nombres seguían saliendo y llegamos a tener una lista de 128 personas, se repartieron las invitaciones con la ayuda de hermanos y principiamos a recibir confirmaciones así como las ofrendas voluntarias, pasaban los días y a Dios gracias los turnos iban completándose, cada turno estaba compuesto de 10 personas para llevar en hombros la Consagrada Imagen en una bella anda pequeña que ya se tenía, exacta al tamaño que se necesitaba, se principió a preparar el anda dándole un toque de elegancia, dorando y pintándola, bello trabajo realizado por Doña Ana maría Peláez Gavarrete.
Llegamos al Martes Santo, juntamos la cantidad de 5 œ turnos y recibiendo grandes comentarios y agradecimientos de haberlos tomado en cuenta para tan solemne acto.
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